domingo, 24 de noviembre de 2013

23:00

Quemar... la forma mas erótica de destrucción. 
 A lo largo de la historia el hombre a quemado, y el fuego no discrimina: no distingue razas, ni sexos, ni edades...  trampa hermosa y letal; puede alimentar, pero puede también secar, puede calentar y puede, como ya lo he mencionado, quemar.
 Habiendo hecho esta introducción sobre lo importante que es el acto de quemar para el hombre, ¿Alguien podría ser tan amable de explicarme por que ahora todo el mundo se alarma cuando se habla de quemar?
 Antes el hombre quemaba hogares, quemaba familias. Ahora quema flores
 Antes la gente era quemada desde los pies hasta la cabeza en una purga. Ahora lo peor que le puede pasar es que se quemen las yemas de los dedos...
 Y lo peor es que el hombre siempre ha quemado de ambas formas, solo que ahora, a falta de la primer forma de quema, se le ha prestado atención a la segunda forma que he mencionado. Y no me parece ni mal ni bien, me parece un hecho.
 Como persona libre (dentro de los limites que me imponen) no puedo sino aplaudir a las personas que queman, pero que lo hacen con ellos mismos. El sujeto se consume, de a poco, de a poco arde en esta esfera rocosa, sin posibilidad de salir. Nos quemamos a diario: vos y yo. Nos quemamos en la rutina, y en la joda también. Nos quemamos en la felicidad, y en la desesperación. Nos quemamos en la certeza, y en la duda...
 Pero he aquí la razón por la cual el hombre se quema sin control, y es que nos gusta sentir el fuego recorriendo nuestro ser, recorriendo el alma entera, formando llagas dolorosas pero agradables. La adicción no es mas que eso, una llaga que nos encanta abrir de tanto en tanto. 
 Entonces, si nos quemamos a diario; ¿Porque alborotarse por que algunos se quemen antes que otros? Seria aburrido si todos nos quemáramos a la misma velocidad, seria muy aburrido si todos supiéramos a que edad las personas sucumben ante las llamas y se vuelven cenizas. Y no me vengan con el cuento chino del ave fénix, déjenlo para los cuentos de magia. Cuando te conviertes en ceniza, ceniza quedas. 
 Así que, Disfruta la Quema! 
 

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