domingo, 11 de octubre de 2015

23:29

 Quizás no sea tan loco pensarlo. Pues... ¿Por qué no?. Es decir, es completamente probable que exista vida en otros planetas. Vida inteligente, quiero decir. De esas vidas que tienen nombres y apellidos y apodos y novias y deudas y todo eso que nos hace tan lindos. No sería descabellado pensar que se parecen a nosotros. Pero quiero ir mas allá. ¿Y si ellos son idénticos a nosotros? ¿Por qué un extraterrestre no puede salir al patio, en el entretiempo de "Deportivo Andrómeda - Júpiter Juniors", y mientras se fuma un pucho sentado en una silla, pensar que quizás, a millones de años luz, un extraterrestre esta sentado en una silla, fumándose un pucho, en el entretiempo de "Patronato - Chacarita Juniors", pensando que quizás, a millones de años luz, un extraterrestre está sentado en una silla fumándose un pucho, y que es idéntico a él?
 Los extraterrestres existen, queramos o no. Algunas veces están al otro lado de un telescopio, y muchas otras en la vereda de enfrente, sufriendo su miseria. A veces les ponemos ojos grandes, y otras veces simplemente los cambiamos de color. El extraterrestre no es más ni menos que un otro. Y como todo otro, le tenemos miedo. El miedo a lo desconocido. Porque claro, no vaya a ser que el extraterrestre me saque de mi casa y me lleve sin mi consentimiento a su nave espacial para torturarme. No vaya a ser que el extraterrestre quiera asaltarme. No vaya a ser que el extraterrestre quiera pedirme una moneda...
 Seis goles nos comimos, espero que Júpiter Juniors haya tenido mejor suerte.

viernes, 26 de junio de 2015

2:20

 Ir y venir de momentos congelados en vientos que crispan la piel, la belleza de apreciar una tarde, un ocaso. Los momentos congelados, los momentos andantes. Los que vienen y luego se van. Que se van para volver algún día. Nada es en realidad estático, lo absurdo es creer que porque pasó volverá a pasar. Lloremos por un momento perdido, reír cuando lo único que queda es la esperanza de un quizás, de un giro en la historia. Malabares con las posibilidades y las casualidades de probabilidades que enunaputavidalasves que van a suceder... Y capaz que todo lo que estoy escribiendo es una gran tontería donde solo las palabras tienen sentido cuando las veo jugar en el parque del espacio en blanco. Soy un amante de los momentos. Momentos desnudos, momentos incorruptibles. Capturar en mi retina kilómetros de cinta en momentos que algún día tendré (o no) la suerte de rebobinar. Algoritmos de momentos, momentos parlamentarios, dictatoriales. Democráticos... Momentos que me aíslan conmigo mismo, haciendo que el mundo se haga una pequeña bola de mierda que no es mas que eso, mierda. Mierda de momentos, momentos increíblemente dolorosos, increíbles momentos de dolor. Mo, men, to. Monomento. Monumento a los momentos.

 Y yo soy un momento. Un momento, ese soy yo.

miércoles, 18 de marzo de 2015

White Trash

Son 3:31 de la madrugada, no podía ser de otra manera. Aquí bloguero nº 372389101 reportándose. 
 Luca tenía estilo, es decir, era diferente. Sumo era diferente. Nosotros somos iguales. 
 "¿Pero iguales a que?", podría preguntarse el colgado de la última fila. No ma, Violeta Parra no se mató por un amor imposible. No ma, a Victor Jara lo mató Pinochet. Si mamá, me llevo abrigo.
 Caminando por las afueras de todo, adentrándome en la nada: Una paradoja escondida en cada ventana del bondi, en cada cigarrillo, en cada beso. Somos sin dudas seres complejos. Quizás algunos más complejos que otros. No no, mejor dicho, algunos más interesados en adentrarse en lo desconocido. Yo mismo, leyendo a Anna Frank, por ejemplo. O mi novia leyendo a Cortázar. Nos hace diferentes querer conocer mas allá de lo indispensable para seguir viviendo, más allá de los manuales, de las instrucciones, de las sabidurías populares. Queremos... no. Demandamos. Si, demandamos respuestas, a preguntas que la respuesta nos hará conocer. 3,50 por favor. 
 Mirando por la ventana nos desnudamos (algún tibio podría decir que nos "sinceramos") ante nuestros deseos, nuestras ambiciones y sueños. Algo que callamos pero al mismo tiempo estamos gritando a toda voz por los pasillos de nuestro cerebro. Es una droga, porque una vez que se intenta pensar, se piensa todo el tiempo. Y contradicciones. Y no soy coherente. Y me quiero bajar.
 "Me quiero bajar de este mundo", esa frase me entristece, porque yo sería feliz con tan solo bajarme de esta montaña rusa que está encima de las cejas.

miércoles, 3 de diciembre de 2014

00:40

Hola, Esteban. 

 Espero que te encuentres bien, en el momento de tu vida en el que me leas. Soy tu "yo" de hace un tiempo, tengo en este momento 18 años. 
 Me gustaría que tu reencuentro con estas líneas fuera en una situación feliz de tu vida, llena de gozo y tiempo libre para hacer lo que te guste y pasar tiempo con la familia. Seguramente estés con mucho trabajo, o bien con muchas cosas para estudiar, así que pretendo ser breve.
 Repasemos nuestra historia hasta ahora, ¿si? Llegas a los 18 años de vida con un montón de experiencias vividas, entre ellas la búsqueda del amor y el encuentro con el amor luego, múltiples viajes en colectivos de variadas características, te encontraste en lugares poco recomendables, en horarios que lo eran aún menos; estuviste en finales victoriosas y en derrotas amargas, en tristezas profundas y en alegrías altruistas. El velo de múltiples peleas con las sombras que abordan este tren tan extenso no supieron desviar tu esencia, los gritos ahogados de decenas de almas vagantes no mermaron el fuego de tu espíritu, y de eso puedo estar orgulloso. Con 18 años tenes una familia hermosa, una novia genial y fiel, amigos escasos pero que siempre están ahí, y sobre todo el deseo de prosperar, de avanzar en tu vida, espero que eso jamás se apague. Es mi deseo más profundo para vos.
 Y yo me muero, me voy a morir hoy, y mañana naces vos. Espero que en el transcurso de tu vida puedas cumplir todo lo que te propongas, todos los sueños que se te pongan entre las cejas. Quiero que los cumplas, por vos y por mi. Se como debas ser, no te dejes amedrentar por simples apariencias que creen saber como vivir, pero que de la vida no saben nada. Porque nadie sabe nada. Debes aprender todo mediante tus propios sentidos, mantenerte cerca de lo que te rodea. 
 Y como recordarás, me cuesta mucho hacer textos largos, así que lo voy dejando por acá. Cuidate y nos vemos en la eternidad.

                                                                                                                       Un abrazo.

martes, 4 de noviembre de 2014

23:20

Hoy es uno de esos días en los que me gustaría que el tiempo no pasara, básicamente porque no quiero que se me pase la vida. Tengo algo de sueño, debo confesar. Las travesías que uno debe atravesar a diario nos hacen cada vez más conscientes del fin próximo de nuestra vida. Esto puede funcionar a la inversa, "alienándonos" de toda condición de engranaje, de parte.
 He visto tristemente como pasaban mis amaneceres, mis ocasos, y que las chances de un cambio son escasas, por decir menos. El tan añorado "bien nacional" no es más que una utopía imposible de alcanzar por los medios a los que los paisanos de estas tierras estamos acostumbrados. Se requiere de una acción radical, de trastocar desde la más ínfima fibra del pensamiento, desde el lugar más recóndito de la existencia. Estamos hablando de modificar totalmente la estructura de una sociedad joven, pero ya perfilada. Creemos que las cosas fáciles son las únicas que valen la pena, que todo lo que cuesta debe ser acotado, y si es posible, evitado. Nos miramos incrédulos cuando alguno reacciona (aún cuando nunca lo hace por motivos que le son propios desde el punto de vista ideológico) y nos guardamos a silencio, porque siempre es más fácil aguantar el dolor y llegar "sin problemas" a casa. Y así, justamente, no solucionamos problema alguno. 
 Hasta que el ciudadano argentino no se OBLIGUE a tomar conciencia, a tomar una posición frente al descarado explote al que somos sometidos, no solo nosotros, sino el gran porcentaje de la población del mundo y, sobre todo, de lo que llamamos "tercer mundo", estaremos atados a la inconformidad, a la queja constante (porque para quejarnos somos los primeros), a ser azotados moralmente, a ser manejados como ganado. Yo no soy ganado, no me interesa que tan bien organizado esté tu sistema. Yo soy un ser humano. Tengo nombre, no soy un número; tengo costumbres, personalidad, no soy un curriculum vitae. Por más proletarios necesitados que pongas como una barrera anti-disturbios, yo voy a seguir pensando igual. Por más propaganda basura y lava-cabezas que pagues, yo voy a seguir diciendo que no está bien todo esto. 
 Creo fervientemente en que no veré este cambio, pero que sí lo harán mis hijos, mis nietos. Estoy aferrado a dicho ideal, porque de esperanzas el hombre se nutre, muchas veces. Y yo, a un mes de cumplir dieciocho, a un par de meses de lanzarme a la vida (o a lo que estas bestias llaman "vida") solo puedo decir y expresarme mediante este medio, teniendo la esperanza de que alguien lo leerá. Con eso me basta.
 Quisiera cruzarme con alguna de esas bestias, monstruos de corbata y saco. Yo se que están ahí fuera, camuflados en las altas esferas, controlándonos, dictando nuestra vida mucho antes de nacer. Quisiera la oportunidad de mirarlos a la cara, con una sonrisa burlona, y decirles "Sabía que eran ustedes". 

lunes, 8 de septiembre de 2014

22:11

Las despedidas son esos dolores dulces... 
 Esta jugando Chaca y Estudiantes, van 1 a 1 y el segundo tiempo esta al caer. Quería hacerle saber algo a todos los que me quieren.
 Gracias.
 Y lo hago por este medio porque suele ser el mejor lugar para anticipar movimientos que luego se van a ejecutar.
 Me refiero a que el amor es una de esas travesías que uno no comprende hasta que terminan. Yo sigo sin entender viajes varios y continuo así, inconfundible, incógnito en mar de cemento.
 Ni bien amainó, la tormenta olvidó, las promesas hechas otra vez. 
 Me matan, Valen! Rescatame dale, arrimame el amanecer en tus pupilas. Vos sabes que me haces tan bien. 
 Nada, los quiero,  Y porque los quiero no los preocupo, saben que yo soy así, idiota. Discreto, metido en mis entrañas y creído en lo que siento. 
 Bue y ya van 2 min del ST. Nos vemos en otra ocasión.

martes, 5 de agosto de 2014

Luzbelito

Mai Dire Mai, Mai Dire Mai Mai Piú...
 Y aquí estoy, una vez mas en frente a este teclado, queriendo contar muchas cosas y espero que pueda. Y hoy cuento acerca de alguien que conozco hace algún tiempo ya, y que supe aprender a amar, hasta el punto de lagrimear pensando que estas lejos, y que pronto vas a estar por acá. Lagrimas de dolor... Lagrimas de esperanza... 
 Comienzo diciendo que no te merezco, para nada. Supiste atravesar las distintas barreras que yo mismo nos imponía, la coraza supiste oxidar y por allí entrar hasta lo mas profundo de mi ser, atravesándome como una filosa punta de lanza plateada y vital. A veces me costaba creer que un ser así pudiera fijarse en alguien como yo, destinado (o así parecía) a la soledad previamente aceptada. Me amaste siempre, aun cuando yo tampoco podía amarme. Y es que lagrimeo, escucho Sumo y lagrimeo. "Breaking away from you...". 
Jamás.
 ¿Te acordas esos ratos en la plaza? ¿tantas risas y chistes que nos mantenian juntos y la chispa encendida? 
 ¿Te acordas las dificultades? ¿las recompensas? ¿los minutos, las horas, los días? ¿el aire que compartíamos y que nos hacia uno? Porque así lo veo yo, vos y yo somos uno. Pienso en tu mente, siento en tu piel, miro por tus ojos... 
 Son 350 y parece una eternidad... Viajaría toda la vida si fuera necesario, para a mi muerte encontrarte, y compartir juntos el mas allá. 
 Y todas las canciones que compartimos, el Indio, Portavoz, Eruca, y otros mas que ahora no me acuerdo (:P)
 Sos el amor perfecto para la mente inquieta. Quizás por eso yo ya no pueda vivir sin tu compañía. 


Extraño tus besos
Extraño tus labios
Extraño tu mente
Te extraño

Amo tu ternura
Amo tu inseguridad
Amo tu decisión
Te amo

Quiero tus ojos
Quiero tu temple
Quiero tu paciencia
Te quiero, conmigo.